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martes, 4 de marzo de 2014

Eduardo. Capítulo 6. Conociendo a Sián a distancia.

Les seguía a una distancia prudencial comprobando la buena relación que emanaba de ellos, las risas se escuchaban claramente aunque Eduardo no podía llegar a entender la conversación. Se pararon en un portal mientras Sián abría la puerta. Después de que los tres entraran al portal, Eduardo se acercó esperando poder llegar antes de que la puerta se cerrara manteniendo la misma precaución para que no le descubriesen. Logró llegar justo a tiempo, paró la puerta con su pie y se introdujo en el portal. No le llevó mucho tiempo comprobar los buzones hasta encontrar el que pertenecía a Sián ... Tercero B. Salió del portal antes de que le descubriesen y esperó lo más cerca que pudo en un lugar donde no le pudiesen ver desde la entrada del portal. Tras varios minutos los tres amigos salieron del portal tan escandalosos con sus risas como lo habían estado durante todo su trayecto desde la estación de tren. 

Eduardo les siguió hasta un restaurante donde observó cómo leían el menú. Parecían indecisos pero al final se sentaron en una de las mesas que había en la terraza. Eduardo aprovechó la proximidad de otro restaurante para estar lo suficientemente cerca de ellos sin que le pudiesen descubrir. 

-Cuéntame Cristina, ¿quién era el misterioso desconocido? !y no me cambies de tema otra vez! que eres muy graciosa cuando no quieres hablar de algo - dijo Sián.
-Soy graciosa siempre. Además ... yo no te he cambiado de tema, simplemente no sé de que me estás hablando. ¿Qué quieres saber? Es un chico que me encontré en el tren y punto...no hay más que contar - explicó Cristina.
-Ya, ya ... de la manera en la que me estás cambiando de tema seguro que hay más que contar - respondió Sián.

Eduardo sonreía. Le hacía gracia ser en tema principal de aquella conversación. Cuando el camarero se acercó, Eduardo le señaló su elección en el menú evitando hablar para que su voz no le delatase.

- ... y una botella de vino ... de momento - terminó de decir Sián al camarero que les estaba atendiendo a ellos.
-Me acaba de llegar un mensaje de Rubén - dijo de repente Lily - te agradece la nota que le dejaste en el piso y dice que le pidas lo mismo de siempre. Llegará en unos minutos - terminó de transmitir Lily.
-Otro plato del número 1, por favor- se apresuró a decir Sián al camarero antes de que desapareciese con su pedido. Sin esperar descolgó el teléfono.
-Hola Rubén, ya me ha llegado tu mensaje ...- dijo Sián - ja...ja...ja .. te esperamos -.
-¿Qué ha dicho?- preguntó Lily curiosa.
-Que se alegraba de asegurarse de que estábamos juntos. Una escusa para explicar porqué te ha mandado un mensaje a ti- aclaró Sián.
-Prepárate para una comida interesante...o debería decir...intensa - añadió Cristina.
-¿Debería empezar a beber ya antes de que Rubén llegue?- preguntó Lily riéndose.
-!NO!...os quiero a todos al mismo nivel - dijo Sián - que últimamente me evitáis las conversaciones directas. Tú me vas a contar lo de ese hombre misterioso - afirmó mirando a Cristina - y tú y Rubén me vais a explicar que clase y nivel de relación tenéis - añadió mirando hacia Lily - ... necesito saber con quién puedo tener más posibilidades ... !que estoy solito! - dijo cómo si estuviese en un teatro.
-Pero que dramático eres ... lo que serías capaz de hacer por saber...saber...saber- tarareó Cristina siguiendo con aquel improvisado teatro.

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