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viernes, 11 de abril de 2014

Dr. Mirtel. Capítulo 5. ¿de moda?

Un fuerte grito seguido de una desafinada orquesta de cláxones arrancó al Dr. Mitel de sus pensamientos y especulaciones. Se incorporó acercándose a la ventana y observó la gran fila de coches parados. Los cláxones y el griterío continuaba... 

Dos hombres salieron del primer coche que parecía haberse chocado con uno de los arboles que separaban la carretera y la acera. Otras dos personas emergieron del coche siguiente que había chocado con el primero dificultando así la circulación por esa pequeña carretera unidireccional. Repentinamente, mientras más gente emergía de sus respectivos vehículos obligadamente estacionados, observando la disputa entre los dos primeros, el Dr. Mirtel escuchó el sonido de su móvil. Abandonó la vista desde su ventana para alcanzar su móvil que dejó de sonar tan pronto como su mano lo rozó. Miró la pantalla:
Llamada perdida. Número de móvil oculto.
Una nueva oleada de voces y cláxones desviaron su atención hacia la ventana. Volvió a mirar aquel caos , esta vez reparando en la extraña coincidencia de que todos los vehículos compartían el mismo color: rojo...

Regresó a la mesa donde había dejado la revista y miró fijamente la portada. En un segundo plano, escondida tímidamente tras la noticia principal, la nueva colección de primavera se anunciaba:
Rojo pasión abre las puertas esta primavera
Se acomodó de nuevo en su sofá mientras el ruidoso alboroto continuaba llenando la calle. Abrió de nuevo la revista por la página donde la nueva colección comenzaba: cuatro hojas llenas de modelos, ropa y complementos relacionadas con el color rojo. No parecía haber nada que fuese relevante para complementar la información que necesitaba ... hasta que se fijó en el pie de página de la última hoja de aquella colección:
Esta colección puede encontrarla en los siguientes establecimientos...
Solo uno de los establecimientos de aquella lista estaba en Tandersa y, según anunciaban, estaría disponible aquel mismo día. El Dr. Mirtel no se lo pensó: se incorporó, cogió las llaves de su coche y lo estrictamente necesario para una salida estándar y se dirigió hacia aquel establecimiento.

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